Allister Nelson
"Liber Lilith"
In blooming blush and noontide wine, shaking
vines for their juices, the serpent divine snakes
her way through the city streets, sashaying away
her cares and caressing the Fallen beyond compare, she blesses infernal unions, sweet Lilith sublime,
and we are just hourglasses of Death in her eyes, awaiting the day sand slips, and the demoness rides into our hearts to quell our lips with honey hips and arms of lily and
mouth of ruby and eyes of bee. One kiss,
you drown, two kisses, you fly, and three, my dear,
why her poison stops time. So dance with
Lilith, under the moonlight entwined, unleashing
your beasts and finding solace in her song, along
for the ride as the city rises to greet the day, night
a blanket Lilith spreads over you, her breasts stars,
her whispers pure chocolate, whiskey in her fingers,
and as she plaits your hair of sorrow, she carols for
the bells of Hell, and summons forth your shadows.
Be not afraid of the First Woman – you will become her
in time. For what is left after Eden? Independence and
rhymes.
Allister Nelson (traducción por Kriztián Valente)
"Liber Lilith"
En el rubor del florecimiento y en el vino de mediodía,
agito las lianas para jugos, se arrastra
la serpiente divina.
Caminando por las calles de la ciudad,
sin cuidado, contorneándose va,
se preocupa y se enternece de los Caídos
mucho más allá de comparar,
ella bendice las uniones infernales,
dulce y sublime Lilith,
solo somos relojes de arena en los ojos
de la Muerte,
esperando el día del deslizamiento
de arenas y, de la demoníaca cabalgata
dentro de nuestros corazones para saciar nuestros labios con
caderas de miel
y los brazos de lirios y la boca de rubí
y los ojos de abeja.
Un beso, tú caes; dos besos, tú vuelas,
y con tres mi querido,
¿por qué su veneno detiene el tiempo? Entonces danza con
Lilith, entrelazada bajo la luz de luna, desatando
tu bestia y encontrando consuelo
en su canto,
solitaria para el paseo
mientras la ciudad se despierta
para saludar el amanecer.
La noche es una sábana Lilith
que se tiende sobre ti.
Sus pechos como estrellas,
son sus puntas como susurros de puro chocolate, whiskey en
sus dedos,
mientras ella trenza tu cabello de tristeza, ella canta villancicos
para las campanas del infierno,
y convoca a tus sombras.
No tengas miedo de la primera mujer
– te convertirás en ella a tiempo
¿Pero qué queda después del Edén?
Independencia y
rimas.